miércoles, 1 de abril de 2009

BIO.


Elisa Vega

(Tijuana 1994)


Ella nació el 13 de enero de 1994, su madre una maestra de primaria, y su padre, contador de un lugar de juegos muy famoso en la ciudad.

A la corta edad de dos años y medio entró al kinder, poco a poco su madre le fué enseñando lo que mas adelante le enseñarían en la escuela, y por esta razón fue que no hizó segundo de kinder.

Al tener 5 años empezó la primaria en una escuela muy cercana a su casa, allí mismo hizo los 5 años restantes de la primaria.

Al estar apunto de entrar a la secundaria en esa misma escuela decidió que estar allí 3 años más no era la mejor opción, aunque tenía algo de miedo por llegar a un lugar desconocido, estaba más que segura que ya no quería estar allí ni un momento más.

Al llegar a la secundaria, no era el bicho raro pero tampoco la más popular.

Al entrar a segundo se dió cuenta de que la secundaria era lo mejor, había conseguido los mejores amigos en ese lugar que hacia apenas unos meses atrás era completamente desconocido.

Las Crayolas de Juanito.

Érase una vez en Office Depot, en el tenebroso pasillo "3", habia una cada de treinta crayolas, las cuales eran muy envidiosas, ellas nunca habían estado en armonía desde que las pusieron en el empaque, ninguna se caía bien entre ellas, por eso nadie las había comprado en años.

Juanito era un niño de seis años, un día cuando él iba de camino a la escuela, recordó que había olvidado sus crayolas y tenía clase de dibujo, llegó a Office Depot y por obra del destino tomó la cada de treinta crayolas llamada " La caja endemoniada" por las demás cajas del lugar.


Juanito muy alegremente llegó a la escuela y empezó a pintar el dibujo que les había entregado la maestra con el primer color que se le atravesó, el resto de las crayolas se pusieron histéricas porque no habían tenido la oportunidad de haber sido estrenadas e hicieron un plan malévolo para deshacerse de la crayola que habia sido tomada por las manos de Panchito, para ellas la afortunada.


Y entonces todas le dijeron al mismo tiempo a la pobre crayola:

-Pagarás muy caro las consecuencias Rosita, muajajajaja.

Una noche, en la lonchera de Juanito se escucharon muchos ruidos, el pobre niño no podía cerras los ojos, ya que los ruidos eran verdaderamente escalofriantes.


En la mañana su mamá lo llevó a la escuela y en el recreo se dió cuenta de que una de sus treinta crayolas estaba rota, la pegó con cinta adhesiva y las demás crayolas estaban exageradamente enojadas.


Entonces Juanito se dijo a si mismo:


-¿Porqué mis crayolas estarán tan desgastadas?, si solo las usé una vez y solo una.


Pero él no pudo hacer nada, sólo pensó que ese acontecimiento era algo simplemente extraño.


Sin embargo, no le interesó y dibujó un hermoso arcoíris utilizando todas las crayolas de "la caja endemoniada", al terminar las guardó en su caja y las puso a salgo en su movhila, todas las crayolas discutían:


-¡A mí me usó más que a todas ustedes! -Dijo el color azul.

-Ay, no es cierto, yo ni punta tengo. -Dijo el color rojo.


Todas las crayolas discutieron por un largo tiempo y dejaron de hablarse por el resto del día.


Al día siguiente, Juanito tuvo de nuevo su clase de dibujo, sacó sus crayolas y las miraba muy fijamente, porque muy en el fondo el sabía que algo no estaba bien con su caja de crayolas.


La maestra revisó el dibujo libre que les habia encargado un día antes. Juanito un poco avergonzado por su trabajo sacó el suyo y empezó a llorar, las crayolas sin saber la razón de su sufrimiento se deprimieron, algunas llegaron a pensar que su existencia era algo que no debía haber ocurrido nunca.


La maestra miró que su dibujo era deforme pero no lo quiso hacer sentir mal y le dijo que era maravilloso, que en verdad estaba muy bonito. que sólo para la otra pusiera mas de empeño en hacerlo mejor, pero Juanito no tenía remedio, seguía llorando sin parar.


Entonces la maestra preguntó:

-¿Por qué lloras pequeño?

-Es que no sé como me quedó el dibujo, si tan bonito como usted dice o en serio horrible como yo lo veo.

-Pues te falta practicar, pero ya mejorarás, ¿No crees?- Le respondió la maestra.

-No sé, talves dibujar no sea lo mío.

-¿Quñe te pasa Juanito, me estas preocupando?

Entonces Juanito le contesta:

-Es que soy daltónico.

-¡Oh! No lo sabia, pero no te preocupes, yo te ayudaré en lo que necesites.

-Muchas gracias , de todas maneras seguiré practicando.


Juanito siguió pintando con sus crayolas, estas verdaderamente impactadas por la noticia que les habia dado su dueño, se arrepintieron por haber sido tan envidiosas entre ellas mismas, mientras que el pobre niño no miraba colores, y a todas las miraba por igual, esto les sirvío de lección a todas esas crayolas y ahora son conocidas como las famosas " Crayolas de Juanito".


Se dice que todas las noches, se escuchan voces provenientes de la mochila de Juanito que dicen:


-Amm, amm, amm.


Y desde ese entonces se decía que las crayolas de "la caja endemoniada", practicaban yoga para diariamente estar en armonía.


Pero un día de la nada, Juanito sintió el deseo infinito de saborear un crayón color: verde bosque.


Al principio lo mordió y sintió la grasa de la cera, poco a poco fue resbalando hasta su garganta, pero cual fue su sorpresa, que al leer la etiqueta decia:


ESTE PRODUCTO ES TOXICO, EVITE A CUIALQUIER COSTA SU CONSUMO.


Después de leer esa nota, su cara cambió de un crayón color durazno a uno azúl océano.

martes, 17 de febrero de 2009

Debajo de mi cama.


-ZAPATOS

-UNA MOCHILA, con revistas dentro.

-Algunas cajas, con ropa vieja.

-y algunas otras cajas, con cd's, y cosas que me gustaban en la primaria, y una caja mas grande con muchas fotos, cartas, y recuerdos de mis amigos de la secundaria.

DIÀLOGO

Dìa sabado 23 de enero del 2009, 8:00 pm

Suena el teléfono...
-Eyy no manches, ¿que crees?
-Hm, ¿que paso?, ah ya se!, le gustas a alguien, lo besaste y ahora te sientes como una puta.
-¿Como sabes mensa? ¿Apoco me conoces tan bien?
-Jaja pues ya ves, tu voz lo dice todo.
-Si es cierto, ah pues aja, vino mi vecino y pues por poquito y pierdo la virginidad, bueno tampoco pero casi, y pues ya con eso te dije todo lo que pasó.
-Ay yo no creo que te hubieras dejado, no estas tan tonta.
-Pero, pero, pero, CIERTO!, aay por eso te quiero, tu si me entiendes.
-GRACIAS<3

Espero curarme de ti.


Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

Espero curarme de ti, en unos días, en unos cuantos minutos, es lo único que falta para que mi felicidad se complete, que tu salgas de mi vida y que nada vuelva a ser como antes.

Espero curarme de ti en unos días, minutos, segundos, LISTO.

EL ROBO


Una noche, sin tener nada que hacer, al terminar de bañarme, puse un poco de mousse en mi cabello para que mis chinos resaltaran un poco, hice un movimiento inesperado y de pronto me di cuenta de que mi costoso regalo de cumpleaños, estaba echo pedazos, un iPhone que mi padre con sus esfuerzos había logrado comprarme, y que ahora solo tenia cabeza para tratar de inventar una escusa para que creyera que no había sido mi culpa, para quitar un poco mi estrés creí que salir a dar un paseo a la luz de la luna no me caería nada mal, solo que creo no fue la mejor idea que se me pudo haber ocurrido, ya que a los 5 minutos de haber entrado a casa, me percaté de que mis vías respiratorias no funcionaban de la mejor manera, agarré unos kleenex que se encontraban junto a mis llaves que tenían un sucio pero bonito llavero.

Como me di cuenta de que me faltaba algo de papel higiénico para poder sobrevivir a los días que estaría enferma, fui a la tienda y compre 5 paquetes, pense " mejor que sobre y no que falte", y como vi unos pica dientes de una forma muy extraña que me llamaron la atención, termine por comprarlos también, al fin y al cabo algún día servirían de algo.

Recibí el ticket de compra y así como me lo dieron lo tiré.

Abrí mi bolsa para guardar mis cosas y encontré una postal que había enviado mi hermana desde no se donde, y unas pastillas anticonceptivos que mi madre había metido sin mi permiso.