DULCE DE LECHE

Hoy había sido el día más aburrido de la semana, hasta que hace unos momentos se me ocurrió una idea brillante.
Desde hace unos días he visto merodeando por el barrio a un Ruso, que sabrá Dios porque está aquí, si Rusia esta como a miles de miles de kilómetros de este lugar, de hecho hasta dudo que este en el mismo continente que en el que estamos nosotros pero bueno esa es cosa que ahorita no importa.
Lo que me interesa ahorita es salir, encontrarlo, noquearlo a tal grado de dejarlo tan pero tan menso para hacer con él lo que se me pegue la gana.
-Me encuentro saliendo de mi casa, y justamente enfrente de mí, ¿A quién creen que me encontré?
-Exacto, al ruso que tanto me urgía encontrar.
Me acerque a él, trate de hacerle una plática agradable y unos minutos después SACARRACATELAS! que le doy un golpazo en la chompeta!
No logré dejarlo inconsciente gracias a Dios! pero si logre dejarlo un poquito atarantado, luego le vine con un cuento de que a todos los rusos que visitaran este país, les quitarían la vida si tenían exactamente viviendo aquí exactamente una semana, y no tenían tatuado un rico y delicioso dulce de leche.
El ruso se me quedo viendo, sin saber que decir, con una cara de sorpresa, angustia, miedo, etc., eran tantas expresiones en una sola cara que no sabía ni a cual hacerle caso.
Total, me pidió que lo acompañara a un lugar, donde de la manera más rápida le tatuarán un dulce de leche ya que en unas cuantas horas cumpliría su semana exacta viviendo en el país.
Y al fin y al cabo, logre mi meta! este ruso se tatuó un inservible y miserable DULCE DE LECHE por el resto de su vida.